Los Putting Green para uso privado existen desde que existe el Golf. El problema con el césped natural consiste en que, al contrario de lo que sucede en un campo de golf, la mayor parte de los clientes particulares así como de los clientes comerciales no dispone de los medios ni del tiempo necesario para el mantenimiento de un Putting Green. El segado diario, al igual que los productos químicos, todo lo cual es necesario para el mantenimiento de un Green practicable, sobrepasan las posibilidades de los propietarios con creces.

A principios de los sesenta se comenzó a producir césped artificial, comúnmente conocido como ASTRO TURF, y alguien tuvo la idea de instalar un Putting Green con el mismo material. Debido a una serie de problemas, los cuales surgieron más tarde, así como por el producto en si, tuvo que reconocerse posteriormente, que este material resultaba ser una superficie no adecuada para tal fin.

En los años ochenta y al principio de los noventa fue desarrollado y probado un método de rellenado del Turf con arena (el cual había sido introducido en el sector futbolístico) en Estados Unidos.

Este método, el cual consistía en añadirle al Turf una base inferior rellena, sobre una base de hormigón, mediante el rellenado del Turf con arena, más tarde resultó ser problemático, al aparecer varios inconvenientes. Muchos atletas universitarios tuvieron que detener sus carreras debido a las lesiones de rodilla sufridas que habían sido provocadas por la superficie resbaladiza.

Tales problemas finalmente también acabaron perjudicando nuestro negocio. Con el tiemo, estas superficies artificiales se volvían duras, y mientras este hecho resultaba agradable en cuanto al putting, sin embargo, para el chipping ofrecían una dureza de superficie demasiado alta e inaceptable. Algunas empresas disponen de un producto para el cual, en vez de el común material de silicio, se emplea un material que se asemeja más a un campo de césped natural, pero que sólo puede ser instalado sobre un suelo con poca densidad.

Son estas FIBRAS de NYLON, las que les han aportado a los Putting Greens de la nueva era una superficie con gran realismo, y al mismo tiempo una larga vida excepcional así como una jugabilidad sobre la cual hasta ahora sólo era posible soñar.